El precio de olvidar quiénes somos.
- 9 abr
- 4 Min. de lectura
Te has preguntado quién eres de verdad? Qué ha sido aprendido y qué forma parte realmente de ti? Vivimos en un mundo que nos empuja hacia afuera, hacia lo superficial, hacia la prisa, la cual nos lleva a malas desiciones.
Desde pequeños, se nos enseña a competir, producir y demostrar, nos venden la idea de que el éxito está en tener más, en lograr más, en ir más rápido. Pero... ¿a qué costo?
En este camino de exigencias y expectativas externas, hemos ido perdiendo la conexión con nuestra esencia, hemos olvidado que somos parte de la naturaleza y no al revés, hemos olvidado que el cuerpo que portamos es sagrado, que las emociones tienen y nos llenan de sabiduría, que el silencio también es una respuesta. Nos hemos separado de nosotros mismos. Y esa separación nos duele más de lo que creemos, y se nota al buscar adicciónes, ruido, malos habitos etc..
La creatividad humana como arma de doble filo
Uno de los dones más poderosos que tenemos como humanidad es la creatividad, una capacidad de imaginar, de transformar, de crear algo donde antes no había nada, pero cuando estamos desconectados de nuestro centro, esa creatividad se desvia. En lugar de construir para sanar, hemos creado para dominar, en lugar de diseñar con amor, producimos desde el miedo y la escaces.
Diseñamos ciudades que nos enferman, hemos creado alimentos que no nutren, solo llenan, inventamos formas de comunicación que nos aíslan y no nos unen como deberí ser el proposito, todo eso nace de mentes brillantes, sí, pero desconectadas de su raíz, y otras han sido arrebatadas para sacar provecho monetario.
Muchos estilos de vida actuales son, en realidad, formas disfrazadas de autodestrucción, dormimos poco, comemos rápido y comida sin nutrientes, consumimos sin medida, trabajamos para sobrevivir, no para vivir, muriendo aún más rapido gracias al estres cronico que provocamos día a día y aunque el cuerpo grita, lo ignoramos, no sabemos escucharlo, por tanto ignoramos nuestro cuerpo e instintos verdaderos. Aunque el alma se entristece, la distraemos con comida ultraprocesada que contiene condimentos que resaltan su sabor afectando nuestros sistemas internos, con un exeso de pantallas, entretenimiento a falta del uso correcto del tiempo, pues una vida equilibrada no es una vida aburrida, a menudo cuando buscamos estar sanos siempre decimos "ya no me queda vicio más que mi refresco o azucar" y eso nos afecta, tenemos creencias de que debemos tener almenos un tipo de adicción para encajar, sentirnos aceptados por nuestro entorno o no sentir que somos "santos" y en realidad esos pequeños vicios o esos entretenimientos nos matan de poco a poco y no tener vicios y afinar nuestro cerebro no nos van a hacer santos, si no congruentes con nuestro cuerpo, mente y espiritu, cuando por fin nos detenemos, nos cuesta saber cómo volver a nosotros, y así es más fácil volver a la vida de conformidad ignorando nuestra voluntad, esencia y cuerpo.
Este ritmo que el sistema promueve que aceptamos y adaptamos sin cuestionar nos aleja del autocuidado, del contacto con la tierra y del tiempo para respirar de forma consciente e incluso envenenamos nuestro aire alejandonos de la salud. Este estilo de vida nos hace ver como un lujo lo que es básico para nuestra vida: descansar, estar en silencio, sanar, disfrutr de la naturaleza y escuchar nuestro cuerpo.
Volver a nosotros
Para estr en armonia con nosotros y nuestra naturleza no es necesrio rechazar el mundo moderno, ni de romantizar el pasado, se trata de recordar, de reconocer que en el fondo seguimos teniendo esa capacidad de conexión, de escucha y de presencia. Podemos volver a nosotros y crear un estilo de vida desde un lugar más consciente. Podemos habitar nuestra vida, no solo sobrevivirla.
Volver a nosotros mismos es un acto revolucionario, esto significa dejar de correr hacia lo que “deberíamos ser” lo que el sistema nos ha forzado a ser y así comezar a habitar lo que ya somos. Significa cuestionar lo establecido, lo que hemos arendido desde el dia 1 de nuestras vidas y observar lo que consumimos en auditivo, en visual, en lo sensitivo, en lo que comemos y lo que pensamos, esto sgnifica dejar de poner la creatividad al servicio del ego y empezar a usarla para el bienestar colectivo.
La medicina está adentro (pero no tienes que caminar solo) muchos buscan afuera lo que solo puede encontrarse adentro. Y claro, el camino no siempre es cómodo requiere mirar lo que hemos evitado, sentir lo que hemos reprimido, soltar lo que ya no vibra para nosotros, pero también es un camino hermoso. Porque cuando nos reencontramos, cuando nos tratamos con respeto, cuando nos escuchamos de verdad, todo empieza a sanar e incluso a tener sentido, a fluir de una forma tan única como nuestra misma esencia.
Y si en ese camino sientes que necesitas guía, acompañamiento, o simplemente un espacio seguro para reconectar, estamos aquí para apoyarte, trabajamos con herramientas como la digitopuntura, herbolaria y productos naturales para ayudarte a volver a ti, con un enfoque integrativo, el cuál te ayudará a recuperar la armonía entre tu cuerpo, tu mente y tu energía. Cada terapia está pensada para ayudarte a recordar lo que tu cuerpo ya sabe hacer siempre y cuando no lo ignores, y eso es: cómo sanar.
La primera sesión gratuita de diagnóstico es un espacio para conocerte, hacerte ver ciertas cosas qué te cuestan aceptar o ver, te permite sentir tu energía y que también sientas si este camino resuena contigo.
Si algo de esto te movió o sentiste que te habló directamente, mándanos mensaje. A veces, el primer paso es simplemente escuchar esa voz que dice: “quiero volver a mí.”
Comments